E' meglio conoscere alcune delle domande che tutte le risposte.
Psiche che offre a Venere l'acqua dello Stige, Raffaello Sanzio, 1507.
¿Qué sucede con la angustia? En primer lugar, habría que decir que el sentimiento angustioso, al igual que el depresivo, puede ser un síntoma, un síndrome o una enfermedad. En cuanto síntoma, es absolutamente inespecífico y puede presentarse en cualquier tipo de patología mental, incluida la depresión mono o bipolar. Como síndrome ansioso es también bastante inespecífico, aunque menos que el síntoma. No cualquier patología puede ir acompañada de un síndrome ansioso, pero sí las más importantes, como la esquizofrenia, la enfermedad depresiva, la obsesivo-compulsiva.
Es discutible que puede constituir este síndrome una entidad patológica propiamente tal, dado que estamos muy lejos todavía de la posibilidad de encontrar algún sustrato biológico que le dé consistencia al diagnóstico. Sin embargo, desde los comienzos de la psiquiatría científica se han observado cuadros clínicos en los cuales toda la sintomatología gira alrededor de la angustia, como es el caso de las clásicas neurosis o de los actuales "trastornos de ansiedad". Dado que el problema de las entidades nosológicas en psiquiatría es complejo por la arriba mencionada carencia de un substrato orgánico, sus síntomas se cruzan y así, la angustia es frecuente como manifestación de las enfermedades depresivas y a su vez las enfermedades ansiosas pueden llevar a un compromiso mayor o menor del ánimo como ocurre en la neurosis depresiva, por ejemplo.
Pero si uno se olvida de todas las definiciones y ordenamientos anteriores y se atiene a la experiencia clínica cotidiana podría afirmar, sin temor a equivocarse demasiado, que los modos de presentación de la patología mental no psicótica y no orgánica se ordenan en una polaridad en la cual en un extremo se encuentran los cuadros predominantemente depresivos y en el otro los predominantemente ansiosos.
Es discutible que puede constituir este síndrome una entidad patológica propiamente tal, dado que estamos muy lejos todavía de la posibilidad de encontrar algún sustrato biológico que le dé consistencia al diagnóstico. Sin embargo, desde los comienzos de la psiquiatría científica se han observado cuadros clínicos en los cuales toda la sintomatología gira alrededor de la angustia, como es el caso de las clásicas neurosis o de los actuales "trastornos de ansiedad". Dado que el problema de las entidades nosológicas en psiquiatría es complejo por la arriba mencionada carencia de un substrato orgánico, sus síntomas se cruzan y así, la angustia es frecuente como manifestación de las enfermedades depresivas y a su vez las enfermedades ansiosas pueden llevar a un compromiso mayor o menor del ánimo como ocurre en la neurosis depresiva, por ejemplo.
Pero si uno se olvida de todas las definiciones y ordenamientos anteriores y se atiene a la experiencia clínica cotidiana podría afirmar, sin temor a equivocarse demasiado, que los modos de presentación de la patología mental no psicótica y no orgánica se ordenan en una polaridad en la cual en un extremo se encuentran los cuadros predominantemente depresivos y en el otro los predominantemente ansiosos.
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