24 mars 2006

Time is the longest distance between two places...

Prometheus Being Chained by Vulcan, Dirck Van Baburen, 1623.
Las noticias sobre la representación de tragedias proceden de diversas fuentes: manuscritos, escolios y autores como Pólux, artículos de la Suda, datos sueltos procedentes de oradores e historiadores en el terreno filológico, a los que hay que sumar los testimonios epigráficos y arqueológicos (esp. cerámicos) y literarios (Platón, Jenofonte, etc.).

La representación de tragedias tiene lugar en tres ocasiones festivas. En primer lugar, en las Leneas, celebradas a finales de enero. Sólo hay concursos a partir de 440. A finales de diciembre se celebran las Dionisias Rurales (en el Pireo, Mirrine, Icarión); y a finales de marzo tenían lugar las Grandes Dionisias o Dionisias Urbanas que se celebraban en Atenas y congragaban a muchos aliados y extranjeros, siendo el concurso más prestigioso.

El concurso era convocado por el arconte epónimo y era de tragedia, comedia y lítica. Antes de iniciarse había una selección previa entre los candidatos. Una vez seleccionados se designaba a los ciudadanos que mediante la liturgia sufragaban los gastos de la representación (coregos). Lo normal es que cada poeta compita con tres tragedias y un drama satírico que, en época de Esquilo adoptan la forma de tetralogía (luego desaparece la fórmula). El corego se encarga de seleccionar a los cantores profesionales del coro, que eran dirigidos por un did£skaloj (normalmente el poeta) con un ayudante.

Todos los actores, tanto los trágicos como los cómicos, reciben el nombre de Øpokr…tai, aunque también se les llama tragJdo…, protagonistas o deuteragonistas. El número de actores fue aumentando con el tiempo: se empezó con uno; Esquilo empleo dos y Sófocles tres, lo cual suponía que un mismo actor debía asumir distintos papeles, Junto a éstos (siempre varoenes) había una especie de figurantes (parachorégema) no profesionales, y a veces niños. Los actores competían también entre sí y a fines del s. V eran incluso más apreciado que los poetas, llegando incluso a introducir “morcillas”. Se les exigía una voz aceptable, pronunciación exquisita y flexibilidad interpretativa, además de saber cantar (para los cánticos).

El actor salía a escena con máscara, traje y coturno. Las máscaras solían ser de lino y se testimonian hasta 28 tipos distintos, y normalmente, convencionales: los héroes son hermosos y rubios; los ancianos llevaban barba, los viejos canas y se distinguirían además señoras de esclavas. Pero además, la máscara debía adecuarse a los datos que ofrecía el texto: realzaría los estados físicos o morales, apoyaría los datos de color del rostro, etc. Existían además máscaras especiales para personajes fantásticos (Acteón, Argos o Fineo) o simbólicos (Erinias). Por el material empleado en su confección cabe descartar que la máscara sirviera de megáfono.

El calzado, el coturno, zapato que realzaba la estatura de los actores de suela gruesa que compensaba además el uso de la máscara. Muchas fuentes los designan como invento de Esquilo. De acuerdo con la categoría del personaje, los habría de muchos colores. Los coreutas no lo llevaban pues se hubieran visto impedidos en sus danzas.
El vestido se adaptaría igualmente al carácter o estado del personaje: vestidos de luto, de profetisa, adivinos, sacerdotes, guerreros. En general, la vestimenta consistía en un quitón, camisa de mangas anchas y largas ceñida a la cintura y un manto (himation) fijado en el hombro izquierdo y que caía por el derecho. Quitón y manto eran de colores vivos. Los reyes y reinas lo vestirían de púrpura.

Los actores realizaban en escena tres actividades: normalmente recitan en 3ia o bien realizan una especie de recitativo rápido acompañado de flauta (paracatalogé, invención de Arquíloco) en 4tro; también cantan en los pasajes líricos, bien solos, bien dialogando con el coro o con otro actor; por último gesticulan con mucha variedad: reencuentros (abrazos, lágrimas), súplicas, amenazas, ataque, consuelo, plegarias, escenas de terror...

En cuanto al teatro, en época clásica un teatro tiene una serie de elementos esenciales. Está dispuesto en dos planos: la escena y la orquestra. Si la escena está dispuesta en dos plantas, se distinguen el procenio y el episcenio. El procenio tiene una plataforma (loge‹on) desde donde hablan los dioses o bien algunos actores. En el conjunto de la escena existen aberturas (qurÒmata) con decorados según la acción. En la orquestra se mueve el coro. También existe polémica sobre la escenografía: la presencia de pórticos, el funcionamiento del ™kkÚklhma en el teatro clásico. Sería una plataforma de madera con ruedas, para sacar a escena objetos o personajes (cadáveres, muertos fuera de la escena). Además de éste se citan el períaktos, la exostra y especialmente la grúa o mecan» (esp. en Eurípides).

Sobre la puesta en escena hay una opinión que defiende la convencionalidad escénica y la ausencia de realismo: la escena sería muy simplificada. Pero para otros el realismo es muy importante. Seguramente la propia evolución del teatro exigió reformas técnicas. En la época más antigua (Esquilo) no habría ni puerta ni eccíclema ni grúa.

Las mujeres pueden entrar al teatro, incluso quizá en las comedias. El sacerdote de Dioniso, los arcontes, y a veces, los estrategos y embajadores tenían el derecho de proedría (o lugar de honor). El precio eran dos óbolos salvo en la época del theorikón con Pericles. El público manifiesta su actitud ante la representación y los actores.