24 mars 2006

Alas, how love can trifle with itself!


L’amore celestiale conquista l’amore terreno, Giovanni Baglioni, 1602.


El papel del coro, importante, pues de su actuación depende de la división, de la organización estructural de la tragedia, que no se concibe sin coro.

A lo largo de la historia de la tragedia el coro pasará de ser un personaje central a difuminarse y a desconectarse de la acción. El número de coreutas varió. En Esquilo hay doce, pero Sófocles lo eleva a quince. Cuando el coro representaba a grupos numerosos (como las 50 danaides de las Suplicantes, p.ej.) actuaría la convención. El coro está dirigido por un corifeo que habla en nombre del coro cuando recita. Puede darse la división en dos semicoros o añadirse un coro secundario acompañante que aparece al comienzo o final de la pieza.

El coro entra en escena (p£rodoj) normalmente a ritmo anapéstico. La pieza puede iniciarse con la párodo aunque lo normal es que a ésta le preceda una escena, el prólogo. Tras la párodo se inicia un canto coral (estásimo) en versos líricos. En una pieza suele haber tres estásimos entre los que se insertan las escenas dialogadas (episodios), para finalizar con el éxodo o salida del coro. El coro, no obstante, puede también dialogar con los actores.
Este diálogo puede ser epirremático (el actor recita y el coro canta), un kommÒj (canto de actor y coro). Cuando el coro dialoga en 3ia con un actor, sólo el corifeo toma la palabra. Cuando cada actor o el corifeo recitan un verso tenemos una esticomitia. Si el mismo verso es recitado por dos o más actores tenemos una antilabé. El coro puede abandonar excepcionalmente la orquesta para volver a a aparecer (epipárado).

En determinados momentos el coro ejecuta danzas con música. No sabemos, sin embargo, cómo evoluciona el coro en los estásimos (estrofa, antistrofa y epodo). No parece que permaneciera inmóvil, sino que ejecutaría algún tipo de danza. Durante los episodios tal vez realizara movimientos imitativos de lo que los actores iban diciendo.